El Poder Ciudadano
Aun desconociendo su fuerza y alcances revolucionarios, hombres y mujeres a lo largo del país recuperan la voz y la conciencia para poner en el debate el Derecho a la Libertad Individual, la Igualdad y la Aceptación de que es posible vivir en armonía entre creyentes y no creyentes.
El desafortunado dictamen del Tribunal Constitucional que pone a nuestra sociedad en analogía con sociedades ya extinguidas en la historia universal, y que en el escenario internacional pareciera ser que estamos representando una obra costumbrista del medioevo, o de las primeras colonias europeas en América donde era la Iglesia Católica quien dictaba las normas de comportamiento social según orientaciones del Santo Oficio, más conocida con La Inquisición. Y recordando que fue justamente la Orden Española de esta inquisición la última en desaparecer formalmente en Europa, y que prosiguió sus artes oscuras en las colonias muchos años después de su abolición en el Viejo Continente, no queda duda de que aún existen en nuestro país resabios de aquellos ejecutores, si bien no están directamente investidos en el sacerdocio o la vida eclesial monástica sí están insertos dentro de los poderes fácticos y con gran influencia en las mentes débiles y vulnerables de ciertos políticos de derecha que tienen como alimento intelectual y moral la hostia mojigata de la curia nacional, heredera y continuadora del apostolado extremo de Monseñor Medina.
Uno de estos personajes es el abogado Raúl Bertelsen Repetto, quien fuera el principal asesor de Jaime Guzmán cuando redactó la actual Constitución, herencia de la dictadura militar y puesta en marcha después de irregulares procedimientos de consulta ciudadana. Este señor ha sido siempre un permanente opositor tanto al Levonogestrel como a otros medios de control de la natalidad, y ahora desde el Tribunal Constitucional ha ejercido su poder Opus Dei y retrógrado afectando a millones de mujeres en Chile y haciendo retroceder nuestro país en décadas de desarrollo y equidad social en salud pública. Y haciendo memoria histórica, este señor fue Rector de la Universidad Católica de Valparaíso (1983-1985) y cercanísimo al Cardenal Medina, y ambos “defensores de la vida” nada dijeron y nada hicieron cuando se les comentó sobre la detención y tortura de que fue víctima el Padre Miguel Woodward a bordo del buque escuela Esmeralda. Obviamente en esos momentos para ellos el concepto de “vida” era muy diferente al que aluden en estos días.
Pero ¿puede existir algún poder suficientemente superior que logre alumbrar este oscurantismo legislativo que por estos tiempos cubre nuestro territorio cívico?.
Si analizamos los procesos sociales históricos y que han modificado, para bien o para mal, el devenir socio cultural nacional podremos darnos cuenta que JAMAS HA SIDO por la única vía de la jurisprudencia, o la intempestiva vocación de servicio público de algún iluminado representante político. SIEMPRE ha sido la movilización, la organización y el protagonismo de la ciudadanía lo que ha movido los cimientos de nuestra institucionalidad. Recientemente fueron los estudiantes secundarios y su revolución pingüino, también están los trabajadores subcontratistas y su masivo paro nacional, y así hacia atrás y hacia delante vemos que el afloramiento del Poder Ciudadano es lo que hace temblar los apoltronados sillones donde vegetan las voluntades obesas e inertes de los legisladores.
Frente al Poder de Unos Pocos siempre se debe oponer el Poder de Todos.
Y para quienes puedan pensar, influenciados por el discurso alarmista de obtusos oligarcas que confunden la palabra TODOS con “rotos armados y violentos que violarán a sus hijas y se comerán las güagüas”, les puedo decir que ya no están los tiempos para esos placeres, además que hace tiempo que el comunismo político nacional ha ido virando hacia la social democracia, así como lo hiciese ya el socialismo en el que una vez militara Salvador Allende. Pero eso no es tema ahora, ya que aquí no se trata de una lucha ideológica específica sino de una contienda donde se enfrenta un pequeño grupo de neandertales que tienen el poder dirigencial con un gran grupo de evolucionados humanos que no desean seguir en la prehistoria. Y frente a esto sale a la luz de la consecuencia pública la opción que la historia nos devela: El Poder Ciudadano, la gran fuerza modificadora, restauradora, sanadora y evolutiva que puede encender la luz y desenchufar de sus sarcófagos criogénicos a las momias que se niegan a descansar en paz y siguen pataleando buscando instaurar el viejo modelo conservador e integrista que deja a la Iglesia Católica más dura e intolerante como administradora de la moral cívica nacional.
Me permito agregar la reflexión que hace Jaime Escobar, Editor de la Revista Reflexión y Liberación que dice: “Como cristianos hemos de tener presente las orientaciones que entregan nuestros obispos en estas delicadas materias. Pero en ningún caso en temas como la “píldora” se puede esgrimir la fe como un elemento de imposición. Una cosa es la creencia y otra bien distinta es la certeza. En este punto la teología moral está evolucionando mucho, aún teniendo en cuenta algunas encíclicas recientes. Pero de ahí a imponer un concepto con sustento sólo de doctrina católica a toda la población, simplemente no corresponde porque son materias discutibles y, además, existen otros credos y creencias respetables. Es claro que Raúl Bertelsen Repetto en esta cruzada integrista e intolerante no está solo, tiene a la Obra toda a su lado, a casi toda la UDI y, como la prensa lo ha señalado, tiene a los obispos Juan Ignacio González de San Bernardo y Fernando Chomalí de Santiago como sus interlocutores al interior de la Iglesia. Es decir, la alianza Opus Dei – UDI de nuevo vuelve a la carga con renovados bríos.” (ver www.rebelion.org)
Aun desconociendo su fuerza y alcances revolucionarios, hombres y mujeres a lo largo del país recuperan la voz y la conciencia para poner en el debate el Derecho a la Libertad Individual, la Igualdad y la Aceptación de que es posible vivir en armonía entre creyentes y no creyentes.
El desafortunado dictamen del Tribunal Constitucional que pone a nuestra sociedad en analogía con sociedades ya extinguidas en la historia universal, y que en el escenario internacional pareciera ser que estamos representando una obra costumbrista del medioevo, o de las primeras colonias europeas en América donde era la Iglesia Católica quien dictaba las normas de comportamiento social según orientaciones del Santo Oficio, más conocida con La Inquisición. Y recordando que fue justamente la Orden Española de esta inquisición la última en desaparecer formalmente en Europa, y que prosiguió sus artes oscuras en las colonias muchos años después de su abolición en el Viejo Continente, no queda duda de que aún existen en nuestro país resabios de aquellos ejecutores, si bien no están directamente investidos en el sacerdocio o la vida eclesial monástica sí están insertos dentro de los poderes fácticos y con gran influencia en las mentes débiles y vulnerables de ciertos políticos de derecha que tienen como alimento intelectual y moral la hostia mojigata de la curia nacional, heredera y continuadora del apostolado extremo de Monseñor Medina.
Uno de estos personajes es el abogado Raúl Bertelsen Repetto, quien fuera el principal asesor de Jaime Guzmán cuando redactó la actual Constitución, herencia de la dictadura militar y puesta en marcha después de irregulares procedimientos de consulta ciudadana. Este señor ha sido siempre un permanente opositor tanto al Levonogestrel como a otros medios de control de la natalidad, y ahora desde el Tribunal Constitucional ha ejercido su poder Opus Dei y retrógrado afectando a millones de mujeres en Chile y haciendo retroceder nuestro país en décadas de desarrollo y equidad social en salud pública. Y haciendo memoria histórica, este señor fue Rector de la Universidad Católica de Valparaíso (1983-1985) y cercanísimo al Cardenal Medina, y ambos “defensores de la vida” nada dijeron y nada hicieron cuando se les comentó sobre la detención y tortura de que fue víctima el Padre Miguel Woodward a bordo del buque escuela Esmeralda. Obviamente en esos momentos para ellos el concepto de “vida” era muy diferente al que aluden en estos días.
Pero ¿puede existir algún poder suficientemente superior que logre alumbrar este oscurantismo legislativo que por estos tiempos cubre nuestro territorio cívico?.
Si analizamos los procesos sociales históricos y que han modificado, para bien o para mal, el devenir socio cultural nacional podremos darnos cuenta que JAMAS HA SIDO por la única vía de la jurisprudencia, o la intempestiva vocación de servicio público de algún iluminado representante político. SIEMPRE ha sido la movilización, la organización y el protagonismo de la ciudadanía lo que ha movido los cimientos de nuestra institucionalidad. Recientemente fueron los estudiantes secundarios y su revolución pingüino, también están los trabajadores subcontratistas y su masivo paro nacional, y así hacia atrás y hacia delante vemos que el afloramiento del Poder Ciudadano es lo que hace temblar los apoltronados sillones donde vegetan las voluntades obesas e inertes de los legisladores.
Frente al Poder de Unos Pocos siempre se debe oponer el Poder de Todos.
Y para quienes puedan pensar, influenciados por el discurso alarmista de obtusos oligarcas que confunden la palabra TODOS con “rotos armados y violentos que violarán a sus hijas y se comerán las güagüas”, les puedo decir que ya no están los tiempos para esos placeres, además que hace tiempo que el comunismo político nacional ha ido virando hacia la social democracia, así como lo hiciese ya el socialismo en el que una vez militara Salvador Allende. Pero eso no es tema ahora, ya que aquí no se trata de una lucha ideológica específica sino de una contienda donde se enfrenta un pequeño grupo de neandertales que tienen el poder dirigencial con un gran grupo de evolucionados humanos que no desean seguir en la prehistoria. Y frente a esto sale a la luz de la consecuencia pública la opción que la historia nos devela: El Poder Ciudadano, la gran fuerza modificadora, restauradora, sanadora y evolutiva que puede encender la luz y desenchufar de sus sarcófagos criogénicos a las momias que se niegan a descansar en paz y siguen pataleando buscando instaurar el viejo modelo conservador e integrista que deja a la Iglesia Católica más dura e intolerante como administradora de la moral cívica nacional.
Me permito agregar la reflexión que hace Jaime Escobar, Editor de la Revista Reflexión y Liberación que dice: “Como cristianos hemos de tener presente las orientaciones que entregan nuestros obispos en estas delicadas materias. Pero en ningún caso en temas como la “píldora” se puede esgrimir la fe como un elemento de imposición. Una cosa es la creencia y otra bien distinta es la certeza. En este punto la teología moral está evolucionando mucho, aún teniendo en cuenta algunas encíclicas recientes. Pero de ahí a imponer un concepto con sustento sólo de doctrina católica a toda la población, simplemente no corresponde porque son materias discutibles y, además, existen otros credos y creencias respetables. Es claro que Raúl Bertelsen Repetto en esta cruzada integrista e intolerante no está solo, tiene a la Obra toda a su lado, a casi toda la UDI y, como la prensa lo ha señalado, tiene a los obispos Juan Ignacio González de San Bernardo y Fernando Chomalí de Santiago como sus interlocutores al interior de la Iglesia. Es decir, la alianza Opus Dei – UDI de nuevo vuelve a la carga con renovados bríos.” (ver www.rebelion.org)
Temuco es una ciudad capital regional donde existe una fuerte base conservadora y pacata, que aun siendo minoría en número es mayoría en capacidad de manipulación mediática y económica. Sin embargo estan aflorando grupos que se buscan y conectan en vàs de darle empuje al resurgimiento del Poder Ciudadano que de la pelea definitiva y triunfante, no sólo por el tema de la pastilla en disputa, sino por la gran cantidad de derechos que han sido vulnerados, incluso constitucionalmente, con esta medida de extrema estupidez cívica.
Sumarse a otros, a muchos otros, es el comienzo de la transformación y el esclarecimiento. Restarse es volverse cómplice o convertirse en un vegetal que sólo entorpece el avance hacia la evolución, y siempre hay formas no violentas de desmalezar el camino, la Unidad y el Protagonismo Ciudadano es el comienzo.
Como dijera, hace tiempo y lejos de aquí, el líder afroamericano Malcom X “All the Power to the People”… Todo el poder al pueblo…
1 comentario:
excelente tu blog. opiniones sensatas, ante todo.
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