viernes, abril 25, 2008

CRONICA DEL DIA DESPUES



Las propuestas del día después

Y qué hacemos ahora con esta rabia que tenemos, dejaremos como siempre que todo quede en una rabieta temporal y finalmente aceptaremos que nos pasen a llevar, seguiremos fieles al refrán “quien te quiere te aporrea”.

No somos precisamente una sociedad que se destaque por su perseverancia en las demandas sociales. Generalmente sucede que frente a un hecho desfavorable para el conjunto cívico se sale a la calle, con entusiasta y necesaria pasión, pero luego se decanta el ánimo y como si fuese una característica natural nuestra aceptamos los infortunios y seguimos la rutina diaria, cada vez más afectados pero siempre resignados.

Es cómo si no quisiéramos molestar mucho, y cuando alguna fracción de nuestra sociedad insiste muy seguido en reclamar sus derechos los tildamos de “inconformistas”, “los revoltosos de siempre”… en fin, como si exigir fuese una ofensa, una rotería de mal gusto.

Ha de ser por la herencia histórica de ser un pueblo servil a los conquistadores. Siempre con un Amo o Señor a quien rendirle pleitesía o servidumbre. Incluso bajo la mecánica del sistema democrático elegimos a nuestros “Señores gobernantes”, y ellos fieles a ese rol de autoridad plenipotenciaria ejercen con maestría su papel de Dueños del Fundo.

El reciente dictamen del Tribunal Constitucional grafica bien esta pintoresca forma de ser de la sociedad chilena. Un grupo de Diputados de derecha (elegidos por la gente) da la espalda a sus votantes y decide que las mujeres no deben planificar su maternidad y antepone una acusación constitucional. Un grupo de “elegidos” conforma un Tribunal y ante el espanto, el rechazo y posterior asombro de MILLONES de personas deciden que nuestro país no está suficientemente apto para decidir por sí mismo sobre su moral y su sexualidad, por lo que DECIDEN por nosotros.

Qué ocurre entonces, pues se sale a la calle a marchar, gritar y exigir el respeto que merece cada cual y todos a la vez de decidir sobre nuestra intimidad y nuestra reproducción. Pero genera cierta incertidumbre que en estas marchas y proclamas NO ESTEN encabezadas por quienes nos representan en el poder.

Aquellos a quienes les dimos nuestro voto de confianza y que lucran con el dinero generado por la sociedad afectada no alzan la voz ni exigen el respeto debido. Por el contrario agachan la cabeza y se someten al fallo aberrante de estos “dueños de fundo”. Aparece nuevamente el carácter rastrero y servil.

¿Y qué hacemos ahora? Volveremos a darles nuestro voto, así no más, sin siquiera meditar en la incapacidad ni la desvergüenza de estos personajillos que aspiran a representarnos y que finalmente sólo se representan a sí mismos. En la marcha del 22 de abril sólo estaban las organizaciones de base, no apareció ningún presidente de partido, ni siquiera de los que se dicen progresistas y revolucionarios, como el PH o el PC. Ellos están más preocupados de llegar a acuerdos, directos o por omisión, para ver si agarran algo de la torta. Pero de la verdadera necesidad de participación y protagonismo de la ciudadanía SOLO se preocupan los dirigentes de base, aquellos que trabajan directamente con el dolor, con la miseria, con la desesperanza, con las carencias, con el infortunio, con el pueblo.

En Santiago marcharon quince mil personas, en Temuco unas quinientas quizás más. En el resto del país similares cifras. Muchos no salieron por temor a perder la pega, a que las excomulguen, a que las traten de “sueltas”… en fin siempre existe una excusa para quitarle el poto a la jeringa, refrán popular que se ajusta muy bien a nuestra sociedad post dictadura. Y digo post dictadura porque ese es el legado que tan bien y tan profundamente ejecutara el facismo durante 17 años. El miedo a la autoridad, el individualismo, el desapego por el bienestar del prójimo, el chaqueteo institucionalizado, la envidia y la total ausencia de compromiso social. A muchos les basta con aportar un par de lucas a la Teletón para sentirse solidarios. Otros dejan su vuelto en los supermercados y no hacen caso al hecho que parte de ese vuelto no llega al destinatario sino que queda engrosando las arcas del “benefactor”. Muchos aceptan los tres o cuatro pesos extras que cobran en las boletas de luz y agua, pero que al sumarlos con las MILES de boletas que se giran se convierten en varios millones adicionales en los bolsillos de estos “señores dueños de funditos”.

Y Chilito sigue su camino hacia el desarrollo, de rodillas, agradeciendo a sus divinas autoridades este progreso económico, no importa que nos coarten nuestra sexualidad, no importan que nos roben en las cuentas de agua y luz, no importan que nos enmierden las playas y los ríos, no importan que nos destruyan el paisaje, no importan que mal eduquen a nuestros hijos, no importa que abusen de nuestros fondos públicos, no importan que se burlen de nuestra inteligencia con hospitales brujos, no importa que nos metan en la boca no sólo el dedo sino que también otras partes pudendas del cuerpo.

Total ellos son la autoridad, “el Patrón sabe lo que hace”… “así lo quiere Dios”… “Así es la vida que se le va a hacer”… “Dios castiga pero no a palos”… “por algo es la Presidenta…”, “no hay que meterse en política…”, “preocúpate de trabajar no más, que te metís en huevadas”…

Y así seguimos…. Hijos y nietos de la dictadura. Y aquellos que patalean más de la cuenta, que seguimos hinchando y buscando que se abran no sólo las anchas alamedas sino que también se abran los ojos y los oidos de la gente para que de una vez se genere la NECESARIA UNIDAD que ponga fin a tanto abuso, seremos cuestionados y marginados no sólo por el estado gendarme en que vivimos, sino que también por nuestros conciudadanos que, temerosos de perder la cómoda vida de deudas y consumo fácil, nos dan la espalda, agachan la cabeza y abren sus piernas para soportar resignados y serviles la cotidiana fornicación de los “dueños del fundo, la moral y la fe”.

¿Qué hacemos entonces? Bueno, los que no queremos ser señalados como hijos o nietos de la dictadura llevaremos orgullosos la letra escarlata en la frente y seguiremos metiendo bulla donde sea que nos encontremos… y ojalá que aquellas y aquellos que marcharon el 22 no bajen la voz…. Y ahora que los parlamentarios y los gobernantes han dado la espalda diciendo que “acatarán el facho… perdón, el fallo”, entonces sólo le queda a la ciudadanía organizada dar la cara y levantar la voz… y como dijera en un artículo anterior: La respuesta está en las palabras de Malcom X “All the Power to the people” … Todo el Poder al Pueblo.

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