SALUDO A LA MEMORIA

Era una noche de 1970, yo tenía 8 años, y recuerdo a Silvio (mi padre) y Sergio (mi tío, su hermano), sentados en el dormitorio, uno a cada lado de una antigua radio, de esas color café con una tela de igual color en todo su frente y un gran disco lleno de números que al girar sintonizaban la estación deseada. Ellos en silencio y nerviosos escuchaban los resultados de la elección presidencial.
Recuerdo estar ahí sin saber qué escuchaba, pero recuerdo muy bien que mi asombro al ver sus caras y sus gestos me hizo permanecer en igual silencio y en igual nerviosismo.
Allí escuché por primera vez el sonido "ALLENDE"...
De pronto vi saltar a mi padre y a mi tio y estrecharse en un tremendo abrazo, los vi llorar y reir y gritar eufóricos ese sonido "ALLENDE, ALLENDE, ALLENDE"... yo tambien saltaba, y también gritaba...
Luego vinieron los años de resitencia, mi padre era mecánico en Endesa y hablaba del necesario esfuerzo para defender el gobierno de los trabajadores, de que los patrones no querían soltar el látigo, no querían compartir la riqueza que le han robado al pueblo por tantos años. Y estuvimos en las colas del pan, la leche y el azúcar, y lo hacíamos orgullosos tomados de la mano de mi madre o mi padre, había que resistir el embargo de los latifundistas, los camioneros desclasados y los empresarios avariciosos. La sedición se arrastraba por la ciudad, por los sindicatos y los gremios. Y yo seguía escuchando por las calles de Antofagasta miles de voces gritando alegres ese sonido, que para mí, ya era canción: ALLENDE ALLENDE ALLENDE.

Luego llegó la primavera de sangre. Tuvieron que usar las armas contra el pobre, contra el trabajador, contra la dueña de casa, contra la empleada y el estudiante. Hubo que matar al humilde y al soñador, para que los usureros y los buitres volvieran a tener su fiesta de abuso y prepotencia.
Y recuerdo que ese sonido, esa canción se volvió un murmullo "allende allende allende".... y así siguió y siguió y siguió... clandestino prohibido y rebelde.

Han pasado tantos años, tantas ilusiones y desilusiones, tanto traidor libre y tanto luchador preso, tanta incoherencia y tanta consecuencia... pero hay algo que aun no ha cambiado, algo que aun se escucha, pero ya no es un sonido, ni una canción ni un murmullo, ahora es un latido vivo, un corazón gigante.... ALLENDE, ALLENDE, ALLENDE, ALLENDE, ALLENDE, ALLENDE....

Feliz cumpleaños Compañero Presidente.

Malkiano
Temuko, Chile
26 de Junio de 2008