Será una noche de cientos de abrazos, millones de abrazos... infinitos abrazos. Y cuando mi cuerpo reciba el cariño y la amistad de muchos de los cercanos a mi, en cientos de lugares alrededor del mundo otros estarán a la vez repitiendo el rito sagrado y maravilloso del abrazo. Que bueno es abrazar y ser abrazado, tener entrelazados los afectos y transmitir sanadoras ondas corporales que viajan de la intención de uno hacia la intención de otro. Es un lenguaje que no necesita ser aprendido pues se nace con este idioma. Los bebés se abrazan al pecho tibio de la madre, al cuerpo del maravillado padre. Nos abrazamos en el dolor, en el placer, en la alegría y la tristeza. Nos abrazamos para la despedida y en el reencuentro. Nos abrazamos para dar ánimo y fuerza y también nos abrazamos para calmar ímpetus y desbordes. El abrazo es "cerrar los brazos para abrir el espíritu". Es dar cobijo, albergue, refugio, protección, resguardo. Es sentirse amado, querido, confortado, aceptado, comprendido, protegido.ç
En año nuevo regalamos abrazos a todos pues es a todos a quienes quisiéramos cobijar en nuestro regazo y así protegernos del incierto destino.
Y cómo nos duele cuando a quien más deseamos abrazar no está al alcance de nuestras manos, no está cerca del llamado de la piel. Y cómo desgarra el alma cuando hemos perdido para siempre el abrazo de aquellos que tanta falta nos hacen en estos dias, ese abrazo del amor sincero, del amor de la sangre y la herencia.
Y abrazaremos cuerpos nuevos, seres que la vida y los actos propios nos han ido acercando, nuevos amigos y nuevas amigas, nuevos amores, nuevos cariños... secretos unos, expuestos otros.
El abrazo es mi mejor arma contra la tristeza y la amargura, dos enemigas que frecuentaron muy seguido mis ámbitos, pero siempre hubo quien me abrazara y me diera la respuesta para entender la envidia ajena, el rencor de los otros y la miseria que habita en el corazón de muchos.
Esta noche abrazaré a tantos amigos y amigas, y quizás lloraré en secreto la ausencia del abrazo de mis hijas, que la distancia impide sentirlas cerca por estos días, aunque una llamada calmará mi tristeza y las abrazaré con palabras. Y ciertamente lloraré el abrazo ausente de mis padres que hace tan poco partieron a otras dimensiones a regalar su luz.
Y abrazaré, y abrazaré y abrazaré.... pero lo mejor de todo, lo más maravilloso de todo, lo que me llena de inmensa alegría y de enorme esperanza, es que seré muchas veces... abrazado.
Felicidades amadas amigas y amigos.
Un abrazo
MALKIANO
En año nuevo regalamos abrazos a todos pues es a todos a quienes quisiéramos cobijar en nuestro regazo y así protegernos del incierto destino.
Y cómo nos duele cuando a quien más deseamos abrazar no está al alcance de nuestras manos, no está cerca del llamado de la piel. Y cómo desgarra el alma cuando hemos perdido para siempre el abrazo de aquellos que tanta falta nos hacen en estos dias, ese abrazo del amor sincero, del amor de la sangre y la herencia.
Y abrazaremos cuerpos nuevos, seres que la vida y los actos propios nos han ido acercando, nuevos amigos y nuevas amigas, nuevos amores, nuevos cariños... secretos unos, expuestos otros.
El abrazo es mi mejor arma contra la tristeza y la amargura, dos enemigas que frecuentaron muy seguido mis ámbitos, pero siempre hubo quien me abrazara y me diera la respuesta para entender la envidia ajena, el rencor de los otros y la miseria que habita en el corazón de muchos.
Esta noche abrazaré a tantos amigos y amigas, y quizás lloraré en secreto la ausencia del abrazo de mis hijas, que la distancia impide sentirlas cerca por estos días, aunque una llamada calmará mi tristeza y las abrazaré con palabras. Y ciertamente lloraré el abrazo ausente de mis padres que hace tan poco partieron a otras dimensiones a regalar su luz.
Y abrazaré, y abrazaré y abrazaré.... pero lo mejor de todo, lo más maravilloso de todo, lo que me llena de inmensa alegría y de enorme esperanza, es que seré muchas veces... abrazado.
Felicidades amadas amigas y amigos.
Un abrazo
MALKIANO
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