Quizás fue un anticipado regalo de cumpleaños, quizás no. Pero no me deja de revolotear en la cabeza la feliz coincidencia vivida ayer martes 11 de agosto en el aula magna de la universidad La Frontera, un día antes de mi personal celebración.
Era el estreno del montaje "El Fuerte", escrita y dirigida por Oscar Salinas. Y acudiendo a la protocolar invitación llegué al recinto dispuesto a ver una propuesta teatral de la cual no tenía mayor referencia que algunos apuntes de prensa y la inevitable predisposición a no ver nada muy especial, y aquí soy honesto al decir que los últimos sucesos teatrales universitarios, incluso independientes, no habian sido muy relevantes o en último caso destacables. Desde mi mirada personal el montaje "La cerroprendío" presentado por Colectivo La Resilente fue el gran estreno del 2014 y en este 2015 aun no encontraba un trabajo que llenara de forma similar o mejor el ámbito teatral en Temuco.
Entonces vino "El Fuerte", un montaje cien por ciento regional, con identidad patrimonial, cultural y social, y lo mejor de todo, con una valentía dramatúrgica y un acertadísimo desarrollo escénico que resucita de las cenizas el necesario teatro universitario. Un texto estructurado de forma perfecta y muy preciso, sin lineas de relleno ni diálogos innecesarios, incluso incorporando la gestualidad como un acertado reemplazante de las palabras. Me recuerda a la vez a los textos maravillosos de Santiago Mendoza, de TeatroPella, a quien extraño ver en escena.
Oscar Salinas Santelices desarrolla con feliz madurez este trabajo teatral, que con mucha sencillez se presenta como propuesta experimental de teatro, pero el resultado en escena es mucho más que una propuesta, está más cercano a una definición necesaria y urgente de teatro universitario, que por su rol de universalidad debe ser crítico, punzante y estético, sin caer en lo panfletario algo muy frecuente en teatros jóvenes y estudiantiles.
Párrafo aparte merece hablar de las interpretaciones que Rocío Salazar Araya, Christopher Villalobos Villalobos y Gabriel Salazar Araya mostraron en escena. Sorprendentes, lúdicas, versátiles y muy bien en los tiempos y plantas de movimientos. A ratos un guiño al teatro clown, otros al teatro negro, y también al clásico absurdo de Ionesco, pero todo tan bien ensamblado por la dirección de Salinas que se puede definir como un estilo propio, local, fruto de haber visto y estudiado propuestas anteriores de compañias nacionales y extranjeras de paso por La Araucanía.
Fue para mí una grata reivindicación con el teatro universitario, que muchas veces me dejó con tristes sensaciones, por no usar la palabra decepciones. Y la ovación multitudinaria de los asistentes, dejando fuera a familiares y amigos que sí o sí aplauden a rabiar a sus queridos, indica que "El Fuerte" es el mejor estreno teatral de lo que va de este año, y necesariamente debe seguir en cartelera, en gira y en vigencia. Más allá de las verdades históricas que lanza, de las valientes afrentas y desnudantes afirmaciones que enrostran a la élite política y milica regional, "El Fuerte" es un trabajo bien hecho, bien pensado y bien concretado.
A quienes les incomoda que el FONDART exista o beneficie tantas veces a mismos sujetos, debo decirles que en este caso cada peso brindado estuvo bien usado, pues se ve en escena que el compromiso con el arte teatral fue de corazón, de espíritu y de carne.
Gracias Oscar por darme nuevamente la alegría de creer en el teatro universitario como un teatro valiente y de calidad.
Larry Malinarich Vargas
Director Cia. Titerike.
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