lunes, marzo 31, 2008

CRONICA MALKIANA DIRIGIDA:


Al Anónimo sufriente

Hola viejo moribundo, sé que visitas mi blog a diario y en ese afán masoquista tuyo sufres porque sabes que aun existo, que aun deambulo por las calles de la que llamas tu ciudad. Sin embargo estás tan solo en esta urbe, tan miserablemente solo. Te abandonaron los supuestos amigos que solo te buscaban para tomar tu vino y te quedan un par de lameculos que cuando están contigo te elevan el ego pero a tus espaldas rien de tu senil mediocridad.

Viejo, no insistas en lanzar insultos baratos a mi compañera, tú sabes muy bien que soy un hombre mucho más evolucionado que tu prehistórica existencia y no me causa molestia el que anuncies a los cuatro vientos supuestas infidelidades sexuales de ella. El sexo es bello y delicioso y hay que disfrutarlo cada vez que se pueda y mientras no dañe tu salud ni te encadenes como un vicio a ese placer todo está bien, naturalmente bien. Claro que a tu edad ya debes haber olvidado lo que estar con una mujer, si es que alguna vez conociste alguna sin tener que pagarle por hacerte creer que eras un hombre.

Si insistes en que sufres por mi, si tanto dolor te produce mi existencia, por qué insistes en flagelarte buscando mis textos, es que acaso te has enamorado de mí y te duele hasta la médula el no tenerme. O será que estoy tan alto sobre tu cabeza que te tapo el sol y vives en esa oscuridad nauseabunda que en vez de superarte y crecer para alcanzarme, o sobrepasarme, sólo te empeñas inútilmente en arrojar pedradas intentando ilusoriamente que con ellas podrás librarte de mi. Que triste patetismo te rodea viejo, acaso no te das cuenta que para mí tu no existes, yo sólo me acuerdo vagamente de tu existencia cuando miro hacia abajo y veo los guijarros que arrojas de vez en cuando, si es que los llego a percibir de lo contrario ni miro a mis pies. Vive tu vida tranquilo, no te amargues tanto.

En tu último anónimo enviado, porque vaya que eres valiente: No das la cara y escondes la mano. Mencionas como gran ofensa que yo “no creo en Dios ni en el 11 de septiembre”… ja ja... vaya con esa declaración tácita de fascismo intrínseco y añejo. Por supuesto que no creo en Dios, ya que si tú y tu forma de actuar es la de un creyente devoto entonces ¡¿ cómo serán los satánicos ¡?... es la gente como tú, con su incoherente e hipócrita forma de aplicar la fe la que, a través de mi vida, me ha confirmado la no existencia de Dios. Al menos de aquel en el que tú supuestamente crees. Y sobre el 11 de Septiembre supongo que no te refieres a la caída de las torres gemelas. Y si es por aquel día en que se detuvo la evolución del hombre y volvimos a la prehistoria en este país, bueno te debo decir que ciertamente no creo en esa fecha porque ¿qué se supone que hay que creer? Fue un día trágico, violento, nefasto y cobarde, y yo personalmente no creo en esas cosas ¿Tú si?...

El anonimato es triste, es infrahumano, es de cobardes, de mediocres, de gente que no tiene principios, moral, convicciones, agallas, cojones, respeto. Por qué no haces un ejercicio de sanación hay tantos que te podría recomendar. Conozco mucha gente que hace Reiki, reflexoterapia, Flores de Bach, acupuntura, iriologia, yoga, autoayuda, en fin… incluso Seppuku, si es que prefieres darle un toque final a tu sufrir.

Anónimo sufriente, de acuerdo a tus propias palabras tú sabes bien donde vivo, donde trabajo, los lugares que frecuento, la familia que tengo incluso has hecho alusión a determinadas “cervatos y castoras” que he embarazado. ¿Y si ellas, si existen, no han venido a mí a mostrarme esos supuestos embarazos? ¿Por qué lo haces tú? Creo que tu imaginación y tu desvarío por mí te hace crear imaginarios mundos e imaginarias situaciones dentro de tu cabeza. Pero no te aflijas, imagino que cuando esos pequeños nazcan, si llevan mi sangre, serán grandes personas y serán para ti más motivos de angustia y sufrimiento ya que seguirás viéndome en ellos.

Y finalmente, ante tu ruego profundo y sensible donde me pides que abandone Temuco debo decirte que no puedo hacerlo. Aún hay muchas cosas que debo hacer por aquí, y además hay muchísima gente que no quiere que me vaya, y por último yo no tengo ganas de irme aún. Así que te sugiero que ya que no tienes nada que hacer aparte de sufrir por mí, ¿Por qué no te vas tú? Te recomiendo uno de los principios del humanismo que dice: “Cuando fuerzas algo hacia un fin, produces lo contrario”… ¿lo entiendes? Si no es así, puedes llamarme y te lo explico… en una de esas te sanas.

Atentamente,

Malkiano
(The pain in your ass)

PD.: Te recomiendo el programa de TV: “Pare de Sufrir”.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Yo sé quien es la persona que te escribe.

Te cuento que es "amigo" mío y que, a diferencia de lo que tú piensas, no tiene más de 45 o 48 años. Nació en Temuco y cree que todo lo que acá pasa debe ser de su gusto.

A todo esto, tu blog es muy bueno.

ANDREA.-