ANTONIA
Hace dos días que llueve en Temuco. Es octubre. Es primavera. Es tiempo de flores. Y hoy, en el día 25 de este mes ha nacido, a las 08: 30 de la mañana: ANTONIA, nombre del latín antiguo que indica “La que es preciosa como una flor”.
Antonia es mi nieta... mi primera nieta...
Es Jueves... y ella ha venido a despertar la semana en mí... recuerdo aquellos días cuando esperaba el nacimiento de mis hijas... cada una fue un estallido de luces en el corazón... tuve tres. Ahora he vuelto a disparar fuegos de artificio en mi interior, nuevamente hay carnaval en mis venas... la sangre corre llevando la buena nueva a cada célula y todas juntas se convierten en un erizar de piel, en calambres de estómago, en lágrimas dulces, en sobredosis de auforia... en amor.
Mi fuerza interior se rebasa de Antonia... asi como lo hiciera con mis hijas, mis tres pequeñas gorriones... y ahora una de ellas, lejos del nido original, y en su propio y amado hogar ha despertado vida y encarnado amor.. ha pasado de hija a madre, y yo de Padre a abuelo...
Octubre... primavera... trascendencia de la sangre... continuidad y renacimiento... la alegória experiencioa de la vida que se extiende más aún en el tiempo... saber que nuestros hijos y los hijos de ellos nos superarán en las edades... saber que existiremos en la memoria más allá de la carne... esa inmortalidad que atrapamos y que no será experiencia de vida sino de memoria, de recuerdo, de legado y de presencia en la historia a través de la acción de nuestros descendientes... hijos a e hijas del amor, el tributo humano a la continuidad de la especie...
Antonia... algún espero leerás estas líneas afiebradas de la alegría de tu llegada, palabras nacidas en la lejanía de tu presencia. Estás tan lejos geográficamente pero tan cercana dentro de mí... cuando te abraze por fin ya habrás sentido miles de abrazos anteriores sin embargo para mí será el primero, el único, el amado abrazo de la herencia. Y serás mi esperanza de vida, el deseo profundo de que crezcas con el espíritu de la libertad, de la amada y esquiva libertad humana.
En tu camino de vida te esperan innumerables alegrías y tristezas, logros y derrotas, pero siempre tendrás mi refugio para tu consuelo, compartirás con tu madre y las hermanas de ella el infinito amor que tengo, y aunque aun eres pequeña para entenderlo haz de saber que mi vida, toda ella, está dispuesta a entregarse por ti. Yo existo en tí más allá de lo que existo en mí. Puedo morir y sé que sólo será mi carne, porque cuando tú me busques en tu curiosidad de niña reviviré para estar contigo.
Tienes la mejor madre y el mejor padre... y aunque no elegimos donde nacer reafirmo mi compromiso de seguir trabajando para hacer de este mundo lo mas cercano posible al que hubieses deseado alguna vez.
Antonia, la que es preciosa como una flor, la primavera te ha traido al jardín de mi vida y cuando lleguen los inviernos busca en mi el calor que pueda faltar en tu corazón. Soy tu abuelo, y aunque la palabra traiga imágenes de vejez y cansancio, siempre habrá juventud y fuerza en mi para caminar contigo los senderos cómplices del crecer juntos.
Bienvenida
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