LOS ANONIMOS DE SIEMPRE

O la cobardía de las sombras

Cuando Darwin plantea la teoría evolucionista deja claro que en un período inicial del proceso de transformación del mono en hombre existe un "eslabón perdido", mitad bestia y mitad hombre, es una especie anónima que sabemos que existió pero nadie puede decir cómo es. Y aunque ustedes no lo crean, esa especie aun existe, y ha evolucionado a través de la envidia y el resentimiento. Es un especimen mitad bestia y mitad hombre (o mujer), aunque lo humano está en su apariencia y lo bestia en su personalidad e intelecto.

Es así como encontramos en nuestro pasar por esta vida a muchos de estos "eslabones" que contaminan y horadan la evolución.

Los que hablamos y escribimos, bien o mal dependiendo de quien escuche o lea, y lo hacemos de cara al mundo, con nombre y apellido siempre tenemos estos parásitos que alimentan su mediocre existencia con la vida nuestra.

Será acaso que desde su pequeñez no soportan tener que mirar siempre hacia arriba, o ya no soportan nuestra luz que les encandila, o será que han hecho de la cobardía su ropaje cotidiano.

En fin... El Quijote decía que si los perros ladran es porque vamos por buen camino...

Debo confesar eso si que me alegra y me agrada mucho darme cuenta de que hay más de uno que frecuentemente visita este blog y que no pertenece a mi círculo de amigos y amigas. No importa si la rabia y la envidia le corroe su corazón, ese es su problema no el mío y tendrá que ver como lo resuelve, yo sigo en lo mio... en todo caso, quien anónimamente me dedica tan profundas y sangrantes palabras le agradezco ser asiduo lector de este blog, y si le produce tanto dolor y sufrimiento mi existencia le sugiero el Sepuku, o un psicoanalista, el primero es mas barato.