CRONICA MALKIANA 36

Sobre Michelle, Hugo y Fidel…
reflexiones, no comparaciones.

Que distante parece el mundo cuando lo vemos desde un rincón tan alejado como es el sur de Chile, pero cuan cerca nos parece estar cuando sentimos en nuestro diario vivir los efectos de la economía globalizada, el calentamiento y la contaminación.
Durante muchos años se nos metió en nuestro consciente colectivo de que Chile es un país distinto a los demás integrantes del Cono Sur. Que éramos los ingleses de Suramérica, luego nos autodenominamos los Tigres de América del Sur (en alusión al tigre asiático). ¿Y ahora? ¿Qué somos?.
Hace poco nuestra Presidenta Michelle Bachelet leyó su cuenta anual, ante un país expectante y esperanzado. Realmente nada nuevo, nada lo suficientemente asombroso como para decir que hay aires de un nuevo rumbo. Anunció más aportes en dinero para diversos sectores, en especial educación, deudores habitacionales, transporte y salud. Estos aportes salen de los más de 21 mil millones de dólares que el estado tiene guardados en el extranjero como ahorro fiscal, plata que salió del cobre.
¿Por qué nuestro dinero está en manos extranjeras, generando dividendos para operadores externos por concepto de comisiones de administración? Creo que tiene que ver con la petición expresa de Tío Sam que solicitó el depósito de esos miles de millones de verdes para evitar que su moneda se devaluara mucho frente al Euro, que cada vez agarra mas fuerza en el mercado bursátil internacional como moneda de cambio.
Pero lo que no dijo Michelle es que todos esos anuncios no nacen de su bien intencionada gestión, ni son una idea original de sus ministros, casi todos hijos ilustres de Expansiva, la secta neoliberal disfrazada de progresista que abastece de cerebros al gobierno. Todos los ajustes y promesas señaladas en su discurso son producto de las constantes y persistentes movilizaciones sociales. Si los Deudores habitacionales no amenazaran con hacerle la vida imposible a Michelle, ella no los habría mencionado ni menos favorecido. Si los estudiantes no anunciaran nuevas acciones no habrían sido entregados los 650 millones de dólares a la educación. Si la gente no se estuviera muriendo abandonada en las calles por falta de atención medica no habrían nuevos hospitales… y así sucesivamente, en este país hay que gritar fuerte para ser escuchados, hay que sacrificar compañeros, como el obrero de Forestal Arauco, para que las autoridades miren hacia abajo donde están los votos que los pusieron arriba. Terrible paradoja esta de ser chileno: Somos culpables de tener el gobierno que merecemos, ya que nosotros lo elegimos.
Así que somos lo que hacemos, si tenemos un gobierno insensible y corrupto debe ser porque quienes votaron por él algo de eso tienen. Están también los que votaron en contra, y como se quedaron sin su pedazo de la torta fiscal hacen lo posible para que nadie coma. Y estamos los que en un acto de rebeldía y tozudez no le dimos el voto a ninguno, entonces de ambos lados nos atacan, pero ¿Si ningún bando me es confiable, verdadero ni honesto, no puedo acaso elegir mi propio bando, distinto coherente y digno?.
Ahora se viene el dilema de Chile frente al calentamiento global, y digo dilema porque han designado a Ricardo Lagos como chileno defensor del ambiente, justo a él, el que más favoreció el desarrollo del empresariado contaminante y abusador en nuestro país. Ricardo Lagos tiene sus manos manchadas con la muerte del ecosistema en el río Cruces, la proliferación de empresas salmoneras que han destruido el entorno natural en el sur de chile y que en materia de fuerza laboral tiene a cientos de personas trabajando como esclavos. Este chileno inició los acuerdos con Pascua Lama que amenaza dejarnos sin agua, entregó los ríos y lagos a las empresas españolas de electricidad, despojó a los pescadores artesanales de sus áreas de pesca para entregarlas a transnacionales y las tierras mapuche, ancestrales y hermosas, las ofrendó a las empresas forestales para que las convirtieran en dañinos bosques de pino y eucaliptos dejando el suelo estéril y los ríos secos. Que paradoja, pusieron al mentor del transantiago a luchar por nuestro planeta. ¡Paren el mundo que me quiero bajar! Dijo una vez la querida y añorada Mafalda, cuanta razón tenía…
Por otro lado, Hugo Chávez haciendo esfuerzos para lograr la unión de América del sur, usando su carisma bolivariano y su potencial económico y social (tiene millones de dólares y millones de seguidores, una combinación muy provechosa). Pero no todo le resulta bien, le siguen saliendo puercos al camino que impiden avanzar. En Chile hay varios de ellos, critican el proceso bolivariano en Venezuela con argumentos tan infantiles y añejos pero que logran impacto sólo porque tienen acceso privilegiado a los medios de comunicación. Sin embargo, es generalmente en la mesa de los pobres donde terminan los puercos, asados y con la manzana tapándoles el hocico.
En mi ciudad se está gestando un movimiento que impulsará una mayor integración con Venezuela a través de la difusión y comprensión del ALBA (Alternativa Bolivariana para las Américas), y me he incorporado activamente a esta idea, creo que más allá de las palabras también hay que ser coherente en las acciones.
¿Y Fidel? Bueno, el Comandante está recuperándose, volviendo a su peso corporal normal y a su peso político necesario. Fidel ha hecho un par de intervenciones escritas muy acertadas sobre el tema de los biocombustibles y su implicancia en la alimentación mundial, algo a lo que Chile no podrá estar exento ya que el Tío Sam pretende influir en nuestro Ministerio de agricultura para que gran parte de las tierras cultivables del sur del país se destinen a cultivar transgénicos para hacer etanol y biodiesel que solucione el problema energético de EE.UU., pero no les interesa que nosotros quedemos sin tierra para alimentos o ganado, ni que contaminemos nuestro aire con los gases de la maquinaria a usar en esos cultivos, maquinaria que paradojalmente funciona con petróleo. Fidel lo ha dicho, pero los oídos sordos abundan, sobretodo en política, esos oídos sólo escuchan el sonido de los billetes y el de los aplausos.

Y en el discurso de Michelle pude ver que Chile tiene muchos billetes y con eso acaba de comprar muchos aplausos.