Ecocidio en el Lago
Lleu LLeu
La muerte se aproxima en camiones mineros
“El sector Lleu Lleu de la provincia de Arauco es uno de íconos del proceso de recuperación de tierras que comenzaron a llevar distintas comunidades mapuche al retorno de la “democracia”. Como consecuencia, ha sido también victima de una fuerte represión por parte del estado, que incluso llevó a instalar lanchas zodiac de la Armada para patrullar el LLeu Lleu con el objetivo de proteger a las forestales que disputan los predios con la comunidades.
Por otro lado, según antecedentes denunciados por mapuche del sector, un nuevo proyecto, en este caso minero, afectaría a cerca de 3100 hectáreas ribereñas del Lago, colindantes con 8 comunidades mapuche que subsisten en torno a sus riquezas, y violaría nuevamente el marco jurídico chileno e internacional sobre protección de tierras indígenas, además de dilucidar un nuevo foco de conflicto entre las comunidades que reclaman su derecho al territorio y el estado chileno”
La muerte se aproxima en camiones mineros
“El sector Lleu Lleu de la provincia de Arauco es uno de íconos del proceso de recuperación de tierras que comenzaron a llevar distintas comunidades mapuche al retorno de la “democracia”. Como consecuencia, ha sido también victima de una fuerte represión por parte del estado, que incluso llevó a instalar lanchas zodiac de la Armada para patrullar el LLeu Lleu con el objetivo de proteger a las forestales que disputan los predios con la comunidades.
Por otro lado, según antecedentes denunciados por mapuche del sector, un nuevo proyecto, en este caso minero, afectaría a cerca de 3100 hectáreas ribereñas del Lago, colindantes con 8 comunidades mapuche que subsisten en torno a sus riquezas, y violaría nuevamente el marco jurídico chileno e internacional sobre protección de tierras indígenas, además de dilucidar un nuevo foco de conflicto entre las comunidades que reclaman su derecho al territorio y el estado chileno”
www.hommodolars.cl
Navegar limpiamente por el Lleu Lleu, sin el molesto ruido de motores, o nadar en sus aguas tibias sin quedar con esa incómoda comezón alérgica que se da en otros lagos y ríos de la región, es un privilegio que vale la pena disfrutar… y es gratis. Al menos lo será por un tiempo, ya que nuevamente las autoridades políticas, responsables del bienestar y desarrollo de nuestro país, decidieron a espaldas de sus representados que perforar, erosionar, contaminar, envenenar, destruir y eliminar este hermoso lago es lo que el país necesita para salir del supuesto subdesarrollo en que se encuentra.
Más allá de la pérdida de un bello paisaje y de la destrucción del lago más limpio de Sudamérica, suficientes razones además para estar en alerta, las recientes denuncias y confirmados antecedentes que anticipan la puesta en marcha de un proyecto minero de grandes proporciones han dado la voz de alarma en las comunidades mapuche del Lleu Lleu, en las organizaciones agrícolas y sociales de la IX y VIII regiones, en activistas ambientales, grupos ecologistas, organizaciones internacionales y medios de prensa alternativos. Y no es para menos, se habla de 3.100 hectáreas de tierra a orillas del lago que serán extraídas, removidas, alteradas y contaminadas para satisfacer las ambiciones de un particular.
El proyecto minero Mantos Rojos, que desde hace tiempo viene desarrollándose en la región de manera solapada y silenciosa ya ha acumulado suficiente fuerza y poder como para emerger y devorar lo que encuentre a su paso. Se habla de que hay altos intereses políticos y económicos involucrados, autoridades silenciadas con dinero o regalías, incluso de comuneros engañados con argumentos maliciosos. Todo lo anterior para asegurar la efectividad de este nuevo ecocidio en la región del Bio-Bio.
Se habla de la extracción de Escandio y otros derivados, un mineral altamente tóxico que entre otras cosas genera enfisemas pulmonares, destrucción de organos internos y malformaciones en recién nacidos, tan sólo por estar cerca de los lugares de extracción. Su uso es principalmente en tecnología electrónica y aeroespacial. No debatiré si es o no importante su extracción. Pero en los lugares donde se explota existen importantes medidas de seguridad y protección ambiental, que considerando la pobre legislación nacional, la recurrente corrupción de autoridades y funcionarios y la lentitud de los organismos fiscalizadores, no hay ninguna garantía de que un proyecto minero como Mantos Rojos entregue mínimas condiciones de seguridad y sustentabilidad. Basta ver el manejo que ha hecho el gobierno de los casos Celco y Salmoneras en el sur. O la crisis por envenamiento con Plomo en la segunda región. O la contaminación de aguas en territorios aymaras por las mineras cuprñiferas. Y no dejemos fuera a Pascua Lama, donde el oro ha mostrado ser más importante que las vidas humanas.
Para la gente no mapuche desinformada y sumergida en un mundo de consumismo, deudas y arribismo, este conflicto será “otro berrinche indígena”. Pero quienes tenemos más de dos dedos de frente, y que podemos ver más allá del día a día, es imposible abstraerse de la imagen deprimente que se asoma para nuestro futuro cercano y sobretodo para el futuro de nuestra descendencia. Las comunidades mapuche del Lleu Lleu están tomando posiciones como un frente de resistencia, pero hace falta la construcción de un gran muro, sólido y consecuente, sin discriminación interna y desconfianzas. Un muro donde se sumen todos los que creemos que otro mundo es posible. Un muro humano, libertario y liberador, por ellos y sobretodo por nosotros, que al fin de cuenta somos los mismos, los de siempre, los que tenemos el poder verdadero pero que aun no somos capaces de usarlo en beneficio del bien colectivo y humano.
El mundo ha comenzado a preocuparse del calentamiento global y sus consecuencias, pero para eso tuvo que ponerse crítico el medioambiente. ¿Esperaremos a que nuestros lagos, rios y bosques se mueran para tomar acciones concretas? ¿Seguiremos votando por los mismos señores que están vendiendo nuestro futuro y enriqueciéndose con nuestra pobreza? ¿Seguiremos aplaudiendo y agradeciendo las migajas y los abusos? ¿Seguiremos criticando a nuestros hermanos mientras adoramos al explotador? En una de esas, cuando tengamos las respuestas, ya será demasiado tarde.
Para más información ver:
Navegar limpiamente por el Lleu Lleu, sin el molesto ruido de motores, o nadar en sus aguas tibias sin quedar con esa incómoda comezón alérgica que se da en otros lagos y ríos de la región, es un privilegio que vale la pena disfrutar… y es gratis. Al menos lo será por un tiempo, ya que nuevamente las autoridades políticas, responsables del bienestar y desarrollo de nuestro país, decidieron a espaldas de sus representados que perforar, erosionar, contaminar, envenenar, destruir y eliminar este hermoso lago es lo que el país necesita para salir del supuesto subdesarrollo en que se encuentra.
Más allá de la pérdida de un bello paisaje y de la destrucción del lago más limpio de Sudamérica, suficientes razones además para estar en alerta, las recientes denuncias y confirmados antecedentes que anticipan la puesta en marcha de un proyecto minero de grandes proporciones han dado la voz de alarma en las comunidades mapuche del Lleu Lleu, en las organizaciones agrícolas y sociales de la IX y VIII regiones, en activistas ambientales, grupos ecologistas, organizaciones internacionales y medios de prensa alternativos. Y no es para menos, se habla de 3.100 hectáreas de tierra a orillas del lago que serán extraídas, removidas, alteradas y contaminadas para satisfacer las ambiciones de un particular.
El proyecto minero Mantos Rojos, que desde hace tiempo viene desarrollándose en la región de manera solapada y silenciosa ya ha acumulado suficiente fuerza y poder como para emerger y devorar lo que encuentre a su paso. Se habla de que hay altos intereses políticos y económicos involucrados, autoridades silenciadas con dinero o regalías, incluso de comuneros engañados con argumentos maliciosos. Todo lo anterior para asegurar la efectividad de este nuevo ecocidio en la región del Bio-Bio.
Se habla de la extracción de Escandio y otros derivados, un mineral altamente tóxico que entre otras cosas genera enfisemas pulmonares, destrucción de organos internos y malformaciones en recién nacidos, tan sólo por estar cerca de los lugares de extracción. Su uso es principalmente en tecnología electrónica y aeroespacial. No debatiré si es o no importante su extracción. Pero en los lugares donde se explota existen importantes medidas de seguridad y protección ambiental, que considerando la pobre legislación nacional, la recurrente corrupción de autoridades y funcionarios y la lentitud de los organismos fiscalizadores, no hay ninguna garantía de que un proyecto minero como Mantos Rojos entregue mínimas condiciones de seguridad y sustentabilidad. Basta ver el manejo que ha hecho el gobierno de los casos Celco y Salmoneras en el sur. O la crisis por envenamiento con Plomo en la segunda región. O la contaminación de aguas en territorios aymaras por las mineras cuprñiferas. Y no dejemos fuera a Pascua Lama, donde el oro ha mostrado ser más importante que las vidas humanas.
Para la gente no mapuche desinformada y sumergida en un mundo de consumismo, deudas y arribismo, este conflicto será “otro berrinche indígena”. Pero quienes tenemos más de dos dedos de frente, y que podemos ver más allá del día a día, es imposible abstraerse de la imagen deprimente que se asoma para nuestro futuro cercano y sobretodo para el futuro de nuestra descendencia. Las comunidades mapuche del Lleu Lleu están tomando posiciones como un frente de resistencia, pero hace falta la construcción de un gran muro, sólido y consecuente, sin discriminación interna y desconfianzas. Un muro donde se sumen todos los que creemos que otro mundo es posible. Un muro humano, libertario y liberador, por ellos y sobretodo por nosotros, que al fin de cuenta somos los mismos, los de siempre, los que tenemos el poder verdadero pero que aun no somos capaces de usarlo en beneficio del bien colectivo y humano.
El mundo ha comenzado a preocuparse del calentamiento global y sus consecuencias, pero para eso tuvo que ponerse crítico el medioambiente. ¿Esperaremos a que nuestros lagos, rios y bosques se mueran para tomar acciones concretas? ¿Seguiremos votando por los mismos señores que están vendiendo nuestro futuro y enriqueciéndose con nuestra pobreza? ¿Seguiremos aplaudiendo y agradeciendo las migajas y los abusos? ¿Seguiremos criticando a nuestros hermanos mientras adoramos al explotador? En una de esas, cuando tengamos las respuestas, ya será demasiado tarde.
Para más información ver:
Tierras Mapuche y Conceciones mieneras: el caso Rucañanco- Lleu Lleu por Victor Toledo Llancaqueo
1 comentario:
Que espanto, tenemos "avances" que nos hacen tanto daño. Algo habrá que hacer hermanito. Pacualama, Lleu lleu, el Amazonas, etc.
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